“No podemos sacar conejos para salir de la crisis”

Antonio Camina, mago

Llega con el Señor Wilson –su conejo– y no se va hasta que no nos hace un juego de cartas que nos deja mudos. Este mago “de rebote” lleva ocho años viviendo en Tetuán, de donde son sus abuelos, y cuatro ganándose la vida sorprendiendo a quienes asisten a sus espectáculos. Hace unos días pasó por nuestra redacción y nos contó su “truco”, sin desvelarnos que mantuvo un –presunto– romance con Megan Fox. Luego él mismo nos lo cuenta, negándolo, desde Twitter. Pero no cuela. Es la única vez que le descubrimos la trampa.

T30d: ¿De qué manera llega a la magia? ¿O mago se nace?
R:
De rebote. Tengo amigos que desde pequeños querían ser magos. En mi caso, siempre me gustó, pero no me lo planteaba ni como afición hasta que fui a un espectáculo. El mago daba cursos, me apunté, me interesó y de pronto salió la vocación. Por otro lado, siempre me gustaron las artes escénicas, cantar, actuar… y la magia me ha llevado a poder explotar esta vertiente.

T30d: ¿Cómo ha sido su trayectoria hasta ahora?
R:
Empecé aburriendo con truquitos a amigos y familiares, luego intentas ir mejorando, lees y buscas cosas nuevas para sorprender, y llega un momento en que el cuerpo te pide subirte a un escenario. En mi caso fue un 27 de abril de 2007, en la sala Clamores. Aún guardo el cartel donde aparece mi nombre y, al dorso, los de Tamariz o Faemino y Cansado. Luego he actuado en bares por el distrito y en otras salas, pero donde más se trabaja es en cumpleaños, fiestas privadas…

T30d: Y la profesión de mago, ¿tiene salida laboral?
R:
Bueno, espero que no todo el mundo se meta a mago, pero si eres bueno sí hay trabajo. Funciona muy bien el “boca a oreja”, que la gente te vea y si le gusta y se divierte, se va corriendo la voz. Es como aquello que de una boda sale otra.

T30d: ¿Cómo se busca esa demanda?
R:
Internet es un buen canal. Tengo la web antoniocamina.com, pero en la Red la competencia es feroz y se tiende a buscar el precio más bajo. Así mirado se puede pensar que la magia es cara, pero, una vez que disfrutas del espectáculo, el precio es relativo. La magia en muchos casos es un artículo de lujo, pero repites porque sabes que lo has pasado bien.

T30d: ¿Qué tipo de espectáculo prefiere?
R:
Hago sobre todo magia cómica, tengo un espectáculo de cerca y otro de escena, que voy adaptando según sea el aforo. En el primero me gusta terminar con el truco de la carta en el techo, que es muy espectacular y, en la parte de escena, hay un truco con cuerdas al que tengo mucho cariño y que hago siempre.

T30d: ¿Es dura la vida del mago?
R:
La magia solo es sacrificada si la quieres hacer bien. Si quieres ser profesional debes llegar a unos mínimos de entrenamiento, trabajar y dedicarle muchas horas, sobre todo en juegos de manos, con monedas, cartas…

T30d: ¿En qué situación está la magia en España?
R:
Mundialmente está bien considerada, gracias sobre todo a Tamariz y a la escuela cartomágica de España. Por un lado, hay magos profesionales que hacen un trabajo bueno, luego gente aficionada que entre semana trabaja en otra cosa y los fines de semana tiene su espectáculo. Y, por último, hay quien coge cuatro trucos de una tienda y monta una pequeña función, porque tenemos la suerte –buena y mala– de que en Internet está todo y hay gente que lo respeta y otra que no tanto.

T30d: ¿Sigue funcionando la paloma en la era de los efectos especiales?
R:
Hoy, con tanta tecnología alrededor, cosas como encender una luz ya no sorprenden, pero es distinto que aparezca una paloma o un conejo, porque no van a pilas, siempre funciona. Además, son animales entrañables y forman parte de una simbología que el espectador tiene muy presente. Pero en cualquier caso, depende de cómo lo presentes: si lo haces bien puedes sacar un elefante o una moneda, y si la gente se divierte al final no le importa no haber visto al elefante. La idea es llevar un espectáculo a la punta de los dedos.

T30d: Para acabar, ¿ha encontrado un truco para salir de la crisis?
R:
(Risas) No hay truco específico, pero siendo sincero creo que hay que cambiar un poco el sistema, que no acaba de funcionar. Romper lo que tenemos y empezar otra vez, porque conejos no vamos a poder sacar de ahí.

Vaya, pues sí que lo sentimos, Mariano.

David Álvarez de la Morena


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