El Ayuntamiento pierde el rumbo en el paseo de la Dirección

Aunque el PP aprueba las propuestas, las obras siguen paradas

Los hechos se repiten en cada Pleno: la oposición insta a que se reanuden las obras, el PP aprueba la proposición… pero el paseo de la Dirección sigue paralizado. El pasado mes le tocó el turno a Izquierda Unida, cuyo portavoz, Ángel Ortega, advirtió de que “ni siquiera se han realizado algunas de las mejoras aprobadas en plenos anteriores”, y pidió que “se acometan de forma urgente las obras mínimas necesarias para aliviar las molestias ocasionadas, y que no parezca que los vecinos están en zona de guerra”.


El portavoz del PP en el distrito, Manuel Gómez, reiteró que “el Ayuntamiento está haciendo lo imposible para que las obras se reanuden”, aunque reconoció no saber “de qué forma” sacar adelante el proyecto, ya que “la cuestión trasciende el ámbito de Tetuán”. No obstante, aseguró que la Junta seguirá aprobando las proposiciones que se le presenten para tratar de desbloquear la difícil situación por la que atraviesan los vecinos del paseo de la Dirección.



VISITA DE LISSAVETZKY

Desde el PSOE también se insiste en que “aprobar iniciativas no significa nada, si luego no se cumplen”. El plazo para finalizar las obras termina este mes de marzo –como señalaba el cartel anunciador del proyecto, hoy retirado–, aunque el contrato establece una prórroga de 18 meses. Una prórroga que el Ayuntamiento todavía no ha comunicado si hará efectiva.


Precisamente, el portavoz del grupo municipal socialista en el Ayuntamiento, Jaime Lissavetzky, visitó de nuevo la zona para denunciar la paralización de una reforma que, tras siete años, devuelve un paisaje de “calles cortadas, zanjas abiertas y escombros por todas partes, en el mismo estado lamentable que hace un año”, cuando se acercó a conocerlo de primera mano.

Un panorama que ha calificado como una “metáfora del urbanismo del PP”, que “centrifuga el problema dándoselo a una empresa privada. Posiblemente, ahora a esta no le salen las cuentas con el proyecto y, en lugar de jugar un papel estimulador, el Ayuntamiento se limita a quedarse de brazos cruzados, esperando que la solución caiga del cielo”. Sobre esto, Izquierda Unida pidió que se tomen las medidas necesarias para que el concesionario –la empresa Dragados– “sea penalizado adecuadamente por el incumplimiento de sus compromisos”.


Por último, todos los partidos de la oposición se acordaron también de las 114 familias que tendrían que haber sido realojadas en el edificio ya terminado –y aún vacío– en abril de hace un año, y a las que todavía no se ha notificado cuando podrán entrar a vivir en sus nuevas casas.

David Álvarez de la Morena


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