Un secreto familiar detrás de “La Granja de la Font”

Primera novela de una tetuanera bordadora

La vida de una familia mallorquina durante la transición desde la Edad Media a la Época Moderna es el hilo conductor con el que Susan Monterrubio ha tejido su primera novela, titulada La Granja de la Font. Esta vecina del barrio ha dedicado toda su vida al trabajo –en la actualidad, en una tienda de bordados en la calle de Ofelia Nieto–, pero siempre le ha gustado escribir. Incluso nos cuenta que muchas veces piensa en verso y que sus poemas le han servido de terapia para diversas situaciones. Aunque su oficio le deja poco tiempo, Susan apunta todas las ideas en un cuaderno para, al terminar su jornada, poder regresar a su afición más querida.


“Ya tenía el escenario y la historia, sólo quedaba ponerse a escribir”. Susan quería contar un suceso familiar que había marcado su infancia y adolescencia; y por casualidad, encontró el lugar idóneo para relatarlo: una granja en el interior de Mallorca que la dejó embelesada. Tanto por la historia que escondía, como por lo bien conservada que se mantenía.


Entonces sucedió algo que lo precipitó todo: su abuela cayó enferma, y ella no podía permitir que muriera sin conocer su versión de los hechos. Por eso escribió 700 páginas durante seis meses sin interrupción, hasta que la novela estuvo terminada. Consiguió la aprobación de su abuela para autopublicarla, pese a que lo que Susan narraba había sido uno de los grandes secretos de la familia. Así, lo que comenzó siendo un homenaje a un pariente, acabó en una caseta de la Feria del Libro firmando ejemplares, gracias a Entrelíneas Editores que publicaron una segunda edición.


El amor impregna la novela, un sentimiento que para Susan lo puede todo, e incluye críticas al clasismo de la Edad Media y al poder de la Iglesia, incluyendo temas como la represión sexual de la mujer, los hijos ilegítimos, la desigualdad de género… Para finalmente destacar que, a pesar del enorme elenco de personajes, la verdadera protagonista es la tierra, que los acaba reclamando a todos y los maneja a su antojo. Como le ocurrió a ella misma cuando conoció la granja.

Laura Conde


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