EDITORIAL NOVIEMBRE 2018: Esto no es un juego

Estamos habituados a ver por nuestras calles negocios que se ponen de moda y empiezan a proliferar y a abrir por las principales zonas comerciales. Ocurrió con las tiendas de perfumes de imitación, las lavanderías autoservicio, las fruterías… y ahora le toca el turno a las casas de apuestas. El problema es que muchos de los establecimientos que se abren en otros sectores acaban cerrando y son una moda pasajera; sin embargo con las apuestas, mucho nos tememos que han venido para quedarse.
Es preocupante que Tetuán sea el cuarto distrito de Madrid donde más casas de apuestas se han abierto y que sólo en nuestra arteria principal, Bravo Murillo, haya 16 negocios de estas características. Preocupante es también el hecho de que algunas de ellas se ubiquen en lugares cercanos a institutos y colegios, así como que los famosos de turno, jugadores de fútbol incluidos, hagan anuncios incitando a apostar, y mucho más preocupante aún es que no exista una regulación específica para esta clase de negocios, en los que se está fomentando la ludopatía y donde se crean falsas esperanzas de obtener dinero rápido, cuando la realidad es que se puede acabar arruinado. Incluso, aunque se prohíbe la entrada a menores de 18 años en estos locales, ¿alguien se ha parado a pensar que se puede apostar a través del móvil, sin ningún tipo de control?
Ante una situación como ésta, en la que las casas de juego siguen expandiéndose y han llegado a duplicarse en cuatro años en la Comunidad de Madrid, aplaudimos la respuesta vecinal de manifestarse el pasado 29 de octubre por Bravo Murillo, para protestar contra el aumento de estos negocios. Ojalá se logre que el mensaje llegue a quienes gobiernan y sean capaces de tomar medidas serias y de control, ante un sector que crece peligrosamente.
Tampoco es un juego que sigan sin instalarse las cámaras de vigilancia en la calle de Topete, aprobadas hace más de un año, y que continúen sin tener fecha para su colocación. Confiemos en que, al olor de las elecciones municipales y autonómicas a celebrarse en mayo del año que viene, se instalen por fin y a este importante problema se le pueda dar una solución, que mejore la seguridad en la zona.
Lo que sí es un juego es la pista de atletismo, por llamarla de alguna forma, que se ha instalado en el Rodríguez Sahagún, entre Capitán Blanco Argibay, el paseo de la Dirección y el Camino del Chorrillo. Son 400 metros, señalizados cada 50, con dos calles y que a buen seguro no era esto lo que votaron y reclamaron los vecinos de Tetuán en los Presupuestos Participativos de 2016. Hay quien dice que es mejor tener esto que nada, pero se podría haber hecho mucho mejor, en otro emplazamiento, donde realmente fuese un óvalo de 400 metros, no el juguete para niños que es ahora.
Así las cosas en el distrito, hay temas con los que no se puede jugar, que son muy serios y que es necesario tomar “cartas” en el asunto, antes de que la situación se desborde. No hagan juego, señores.


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