De libros y bibliotecas

Los socialistas se quejan por la inoperancia de las bibliotecas públicas municipales

El controvertido tema del servicio prestado por las bibliotecas públicas madrileñas emerge nuevamente, tanto a nivel municipal como en nuestro distrito.
Poniéndonos en situación, en Tetuán este asunto se remonta a mayo de 2008, cuando el Grupo Municipal Socialista elevó al Pleno la propuesta de habilitar un mayor número de plazas de estudio y de lectura en los centros municipales, además de ampliar el horario de apertura “a fin de satisfacer la demanda existente, que en periodos de exámenes se ve multiplicada, desbordando la capacidad de los mismos”, a lo que la concejal-portavoz del Grupo Popular de Tetuán se comprometió, según Juventudes Socialistas.
En la sesión correspondiente al mes de febrero de este año “García Romero se niega a cumplir la palabra dada, alegando que ya se va a crear una nueva biblioteca para el próximo año (el centro sociocultural Eduardo Úrculo)”.
En el Pleno del mes pasado, la vocal del área de Cultura del Grupo Municipal Socialista, Isabel Valverde, recuperó la materia de las bibliotecas, criticando que “el libro se reduzca a las actividades de conmemoración del Día Internacional del Libro”. En esta ocasión se solicitaba el aumento de la dotación de volúmenes en los centros de lectura del distrito, así como la creación de clubes, foros y debates literarios, en un intento de “valorar el libro en su justa medida y de forma continuada”. Los populares se mostraron satisfechos con el servicio que ya hay.


EL CASO MADRILEÑO

Lo cierto es que en Tetuán casi podemos darnos por satisfechos, teniendo en cuenta que en los distritos de Chamberí, Moncloa, Retiro y Villaverde no cuentan con bibliotecas municipales, según publicaba Europa Press reproduciendo las palabras del concejal socialista de Cultura del Ayuntamiento de Madrid, quien añadía que este hecho “supone que unas 650.000 personas no puedan disponer de estos equipamientos cerca de sus domicilios”. Otro dato pronunciado por Viondi es que “la capital tampoco cumple la ratio recomendada por la Unión Europea de dos libros por ciudadano en la red de bibliotecas públicas, llegando a menos de un libro por persona (0,32 libros por lector, cuando la media europea se sitúa en 2,1)”.
Así, mientras que Madrid dispone de un centro de lectura por cada 89.000 habitantes, en Londres se reduce a uno por cada 19.000, y en París por cada 8.235. Y todo esto cuando la Comunidad de Madrid se lleva la palma en índice de lectura respecto al resto de regiones: el 65,7% de los madrileños lee habitualmente.

CRISTINA SÁNCHEZ

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