“Parece que el tiempo se haya detenido aquí”

Jaime Lissavetzky visitó de nuevo el paseo de la Dirección acompañado por varios vecinos

La preocupación y el malestar de los vecinos del paseo de la Dirección quedaron nuevamente patentes durante la visita, el pasado 18 de enero, del portavoz socialista en el Ayuntamiento de Madrid, Jaime Lissavetzky, quien estuvo acompañado por los concejales Alberto Mateo y Marcos Sanz y por el diputado autonómico José Manuel Franco.


Lissavetzky reconoció sobre el terreno que el tiempo parece haberse detenido en esta zona del distrito, en alusión a su última visita, en el mes de abril del año pasado. Se refirió asimismo a la “situación de indefensión” que están padeciendo los ciudadanos e ironizó con que “esto no es un reality show: es la realidad”.
Para el portavoz socialista, mucha de la culpa de la paralización de las obras y de la falta de compromiso con los plazos de ejecución la tiene “la descentralización de las competencias municipales: si este proyecto lo hubiera contratado la Junta Municipal en lugar del Ayuntamiento habría mucha más presión e implicación en el proceso”, argumentó.


LOS VECINOS, AL LÍMITE

En la hora escasa que duró el recorrido por el paseo de la Dirección, desde su confluencia con la avenida de Asturias hasta casi alcanzar Marqués de Viana, varios vecinos salieron al paso del séquito de políticos y periodistas apelando nuestra atención: “¡Haced un buen reportaje de esto!”, reclamaba uno. “¿Por qué el Ayuntamiento no exige a Dragados −empresa adjudicataria del proyecto− que cumpla los plazos? ¡Llevamos ya tres años!”, interpelaba un segundo.


Otra afectada nos puso en conocimiento del trance por el que tuvo que pasar recientemente cuando su madre, de 88 años, enfermó de urgencia y necesitó del servicio de una ambulancia: “El vehículo no pudo acceder: tuvieron que aparcar muy lejos y dejar la ambulancia en la acera. Y como tardaban tanto, el médico me dijo lo que yo debía ir haciéndole a mi madre mientras ellos llegaban”. La misma persona se quejaba también de los problemas de estacionamiento en todo el paseo: “Pago 24,60 euros de impuesto de circulación y no puedo aparcar en mi barrio; además de las multas que nos ponen por hacerlo en sitios no permitidos… ¿Cuál es la solución, alquilar una plaza de garaje a la fuerza, tal y como están las cosas?”.


“Nosotros pagamos nuestros impuestos, y esto es tercermundista”, añadía un vecino que aseguró haber hablado con los operarios de la obra, por quienes pudo saber que de 60 trabajadores que había al principio ahora hay dos “y son de mantenimiento”.


La inquietud reside igualmente en el tránsito peatonal, ante las caídas que pueden producirse en la calle −“este es un barrio antiguo donde vive mucha gente mayor”− y en los olores y la degradación generalizada −“de aquí salen ratas como conejos”, dice una vecina indicando un solar lleno de basura−. Critican el ritmo de las obras −“para hacer un pequeño tramo han estado dos meses”− y la dejadez en los trabajos −“muchas veces se ve a los operarios cruzados de brazos”−.
La paciencia parece estar acabándose en el paseo de la Direc-ción. Los vecinos presentes en la visita de los socialistas entregaron a la prensa dos escritos denunciando su situación.


Uno de los documentos expone el “abandono y el consiguiente deterioro al que se está sometiendo a esta parte del distrito”. “Co-menzamos −hace ya más de tres años− aguantando estoicamente las molestias que las obras generan, pensando en las mejoras que traerían al barrio cuando todo acabase; pero no solo las obras no han finalizado en el plazo previsto, sino que vemos cómo se fueron abriendo nuevos tramos sin dejar acabados los anteriores y cómo las obras se eternizan, sin recursos ni personal suficientes”, continúa explicando este informe de seis páginas que incluye varias fotografías y aborda con detalle asuntos como la falta de limpieza y de recogida de escombros y materiales de obra en todo el paseo, el cierre al tráfico de la calle de Pinos Alta o la transformación del parque de los Pinos (en el Rodríguez Sahagún), un espacio del que dicen haberse convertido en “la escombrera” de dichas obras.  


La otra carta elaborada por el vecindario exige “que el Ayunta-miento se responsabilice de la obra −ya que Dragados no cumple con los plazos−, bajo la fórmula de la ejecución sustitutoria, de tal forma que sea el Consistorio el que costee la finalización del tramo entre la avenida de Asturias y la calle del Cantueso”. Y sentencian: “El Ayuntamiento tiene la obligación de mantener unas condiciones mínimas de habitabilidad, por lo que los afectados entendemos que ya no valen más demoras y que la obra debe ejecutarse de manera inmediata”.



Cristina Sánchez


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