El portavoz de IU en el Ayuntamiento califica la situación de “una verdadera pena”
Ángel Pérez estuvo en el paseo de la Dirección
El portavoz del grupo municipal de Izquierda Unida-Los Verdes en el Ayuntamiento de Madrid, Ángel Pérez, se personó el pasado 22 de febrero en el paseo de la Dirección para recorrerlo junto a sus técnicos (entre ellos el de Urbanismo, Mariano Lapuente); el vocal-portavoz de Tetuán, David Javier Sánchez-Camacho, y algún vecino del entorno, como hiciera en el mes de enero su homónimo por el PSOE, Jaime Lissavetzky.
Ante el crítico panorama del estancamiento de las obras, Pérez recordó que el proyecto de reforma del paseo de la Dirección era “una de las insignias del Consistorio” y matizó que su grupo siempre se opuso a llevar a cabo una operación “que acabaría con la última cornisa natural de Madrid”. “Nosotros defendíamos una rehabilitación centrada en los equipamientos y hecha desde lo público, a través de la Empresa Municipal de la Vivienda. Conce-der la gestión a una empresa privada conlleva que si con la crisis (a Dragados, la empresa adjudicataria) no le salen las cuentas, pasen cosas como esta”, explicaba.
Al paso del grupo, a través de la ventana de su casa una vecina requirió la atención de los políticos para pedirles su colaboración: “Los propietarios de las casas bajas ya están realojados. En nuestro caso ya hemos sido expropiados, pero no sabemos qué va a pasar con nosotros… Nos quieren dar dos perras gordas por la casa”, se lamentaba.
Durante el recorrido, el portavoz de IU y sus técnicos iban deteniéndose, plano en mano, para comprobar las diferencias entre la realidad y el proyecto. Algunos vecinos bromearon incluso con la cascada que se iba a hacer −“¿dónde está?”, decían− y con el hecho de que sí haya, en cambio, parquímetros instalados.
Veían otra ironía en que “la reforma se haya convertido en una fuente de molestias para los residentes, que ya tenían las suyas antes”, sostenía Pérez, quien calificó la situación de “una verdadera pena”.
El portavoz reconoció que había pasado bastante tiempo desde su última visita al paseo de la Dirección, y quizás por eso asegurara sentirse “entre sorprendido y avergonzado”.
Cristina Sánchez
Ante el crítico panorama del estancamiento de las obras, Pérez recordó que el proyecto de reforma del paseo de la Dirección era “una de las insignias del Consistorio” y matizó que su grupo siempre se opuso a llevar a cabo una operación “que acabaría con la última cornisa natural de Madrid”. “Nosotros defendíamos una rehabilitación centrada en los equipamientos y hecha desde lo público, a través de la Empresa Municipal de la Vivienda. Conce-der la gestión a una empresa privada conlleva que si con la crisis (a Dragados, la empresa adjudicataria) no le salen las cuentas, pasen cosas como esta”, explicaba.
Al paso del grupo, a través de la ventana de su casa una vecina requirió la atención de los políticos para pedirles su colaboración: “Los propietarios de las casas bajas ya están realojados. En nuestro caso ya hemos sido expropiados, pero no sabemos qué va a pasar con nosotros… Nos quieren dar dos perras gordas por la casa”, se lamentaba.
Durante el recorrido, el portavoz de IU y sus técnicos iban deteniéndose, plano en mano, para comprobar las diferencias entre la realidad y el proyecto. Algunos vecinos bromearon incluso con la cascada que se iba a hacer −“¿dónde está?”, decían− y con el hecho de que sí haya, en cambio, parquímetros instalados.
Veían otra ironía en que “la reforma se haya convertido en una fuente de molestias para los residentes, que ya tenían las suyas antes”, sostenía Pérez, quien calificó la situación de “una verdadera pena”.
El portavoz reconoció que había pasado bastante tiempo desde su última visita al paseo de la Dirección, y quizás por eso asegurara sentirse “entre sorprendido y avergonzado”.
Cristina Sánchez
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