El aparcamiento de la nueva sede del Metro agota la paciencia vecinal

Debido a los ruidos continuos, exceso de iluminación e inseguridad

La llegada de los cerca de 1.000 trabajadores a la nueva sede de Metro de la avenida de Asturias trajo consigo unas molestias imprevistas a la barriada de La Ventilla que, dos años después, siguen sin solucionarse. Unas molestias que tienen que ver con el aparcamiento en superficie dentro del recinto, unas 200 plazas para empleados del suburbano, que generan continuos ruidos desde las seis de la mañana, además de otros inconvenientes.

El tema fue llevado por el Grupo Más Madrid al último Pleno del distrito, donde propuso que se evaluara el impacto del citado parking y que se tomaran medidas para garantizar la seguridad y evitar los quebraderos de cabeza que sufren especialmente los vecinos cuyas viviendas están más cerca.

Según señalan los afectados, “para que entren los vehículos se ha de levantar una barrera de acceso que emite un molesto sonido, y que se repite con cada paso, a lo que hay que sumar los ruidos de los motores, pitidos y atascos, cuando se acumulan varios vehículos esperando a la entrada, o incluso los focos de luz del aparcamiento, tan potentes que deslumbran las habitaciones de las casas de alrededor”. Algunas de estas viviendas distan apenas cinco metros del acceso, según los vecinos, que también han advertido de los peligros que entraña el trasiego de camiones de obra en las inmediaciones.

La proposición, aprobada por unanimidad, solicitaba también que se compruebe la situación administrativa del aparcamiento, ubicado en una parcela municipal, así como una reunión informativa entre los agentes involucrados y los vecinos. Por su parte, la concejal-presidenta de Tetuán, Paula Gómez-Angulo, aseguró que la Junta haría de altavoz con la gerencia de Metro, “tal y como ya hemos hecho en alguna ocasión”.